Fuente del artículo: OCU

Revisiones de Gas

La crisis aprieta y agudiza el ingenio de muchos indeseables, incluso a domicilio. Nuestros hogares no se libran de recibir visitas inesperadas de desaprensivos que tratarán de engañarnos, y que para ello no dudarán en presentarse como trabajadores de empresas de servicios auxiliares, gestores de energía, revisores de calderas o comerciales varios.

Éstos recurren hasta a vestirse de uniforme, a falsificar certificados, a suplantar a empresas, a cobrar por servicios que no van a prestar o incluso a apropiarse objetos de los propios domicilios al mínimo despiste. Algunos se han presentado incluso como empleados de OCU y otros han tratado de vender su producto bajo un falso aval de nuestra organización.

De las malas prácticas de algunos comerciales de gas y luz o mantenedores de calderas debemos distinguir entre los que realmente son comerciales pero tratarán de engañarnos, y los que directamente ni siquiera son trabajadores de alguna empresa, sino meros embaucadores y timadores.

Revisión de calderas

Una estafa desgraciadamente muy habitual  que realizan algunos revisores de calderas es presentarse en tu domicilio y asegurarte que debes realizar una inspección anual obligatoria, lo cual es falso. Estos falsos operarios suelen cebarse con las personas mayores, pues son las más vulnerables y suelen aceptar sin rechistar las condiciones que se les impongan. Tres ejemplos de este tipo de engaño:

“Esta gentuza no tiene ni respeto ni educación y miente vilmente. Van a tu casa diciendo que trabajan para Gas Natural y van para hacer una revisión que es obligatoria anualmente, lo cual ya es mentira. Te enseñan una supuesta autorización de la Comunidad de Madrid, también falsa, miran por encima la caldera y te cobran casi 100 euros. Pero lo peor es que llevan un uniforme con el símbolo de Gas Natural, y te lo crees”.

“Dos personas se presentaron en mi casa como agentes autorizados por la Comunidad de Madrid para realizar una inspección de mi caldera y calentador de gas. Me dijeron que era obligatoria anualmente y que si quería hacerla en ese momento. Llevaban un datafono para poder cobrar con tarjeta. Me cobraron 99,82 euros y en la factura pone «Punto de Servicio del Producto Gas Natural Energía». Es todo falso. Cuando se van, te dicen corriendo que llames a un número de teléfono para pedir el certificado de la revisión que has hecho, pero llamas y llamas y nunca lo cogen”.

“A mi madre le robaron 100 euros en su propia casa. De muy malas maneras, la obligaron a firmar lo que ellos querían y se llevaron el dinero por haber revisado la caldera, pero ni siquiera la miraron ni dejaron recibo. Se aprovecharon de que mi madre tiene 79 años y se lo cree todo. Llevaban una identificación de Gas Natural y datos de la Comunidad de Madrid

Gas y luz

La práctica delictiva más reciente relacionada con comerciales de gas y luz pasa porque los timadores acuden a los domicilios como revisores, ataviados con el uniforme de una empresa suministradora, trabajen para ella o no. Éstos suelen cobrar, o intentarlo, por obras innecesarias que en la mayoría de los casos, tras haber cobrado por ello, ni siquiera realizan.

Así le ocurrió a un usuario en Galicia, que denunció que un falso revisor del gas le cobró 300 euros por una supuesta revisión, pero como en esos momentos sólo tenía en casa 85, se conformó con esa cantidad.

A veces , estos embaucadores llegan a concertar una cita por teléfono, para curarse en salud y dar mayor credibilidad al engaño. Después usan acreditaciones falsas casi siempre y muchos llegan a amenazar a sus víctimas con cortarles el suministro o con llamar a la Policía. Incluso se han dado casos en los que este falso personal ha robado objetos de la casas que visitaban.

Pero, cuidado, también hay comerciales de gas y luz auténticos, que se dedican a tratar de llevarte a la compañía para la que trabajan, y que recurren a malas prácticas. Te embaucarán hasta hacerte firmar las condiciones que más le satisfagan. Un ejemplo de las artimañas que utilizan:

“El supuesto comercial de gas le hizo una foto con su móvil a mi DNI y me cobró 400 euros por cambiar un regulador y una goma de la caldera. Eso puso en la factura, pero ni siquiera cambió nada. Lo descubrí unas semanas después, cuando se rompió la caldera y llamé para reclamar. Dije que me acababan de hacer una revisión y en la compañía me dijeron que ellos no habían hecho ninguna revisión en mi domicilio”.

Otras estafas caseras

Existen estafas a domicilio más convencionales y con un aroma más añejo. Las hemos detectado por parte de todo tipo de vendedores y productos: de libros, de equipos de osmosis, de colchones… Un ejemplo:

«Compré una enciclopedia online a una supuesta empresa de Valencia, firmé el recibo y me quedé con un catálogo. Se comprometieron a emviármela en una semana y trascurrido ese plazo sin tener noticias, investigué un poco y vi que la empresa ni siquiera existía ni había existido nunca. Me lo creí porque el vendedor fue muy educado e incluso me dijo cómo podía ahorrarme algo. La broma me costó 499 euros que pague en mi propia casa con tarjeta».

En casi todos los casos, la víctima ‘compra’ por catálogo, paga en el momento de la venta y queda a la espera de recibir un producto que nunca llegará.

Consejos para evitar que te timen