Santiago Segura dirige este corto donde no falta el humor, los consejos sobre eficiencia energética, la tensión, la emoción e incluso un crimen.
Un presidente de la comunidad, obsesionado con el consumo responsable de la energía, visita a su vecina para una inspección sorpresa. En seguida se da cuenta tras esa fachada de señora discreta se esconde una cruel y despiadada derrochadora de vatios. Este es el principio de esta historia, repleta de alocados diálogos en la que hay tensión, emoción, chistes picantes e incluso un crimen…